La sociedad en la que nos hemos criado nos impone a los hombres ciertas restricciones en cuanto a lo que se refiere a demostrar sentimientos. El decir “te quiero” a alguien se vuelve una tarea de titanes, si no eres muy demostrativo.
Ni qué decir cuando de lo que se trata es de decírselo a una chica de quien no estamos seguros si nos corresponderá. Puedes entonces expresar lo que sientes no con los labios, sino con tu modo de actuar.
Eso sí: luego -no lo descartes- dile simplemente “te quiero”. He aquí algunos modos de hacer que tus actos hablen más que tu boca:
* Conoce cuál es su flor favorita.
* Graba cosas en la TV que piensas que le pueden gustar.
* Prepárale algo de comer cuando esté enferma.
* Recógela a la salida del trabajo, de la facultad o de alguna tarea diaria que ella tenga (no importa si no tienes auto).
* Preocúpate con ella por sus amigas cuando tienen penas de amor y darles tu punto de vista masculino.
* Échate en su lado de la cama para mantenerlo caliente para ella.
* Dale espontáneamente masajes.
* Dale espontáneamente sexo oral.
* Trae su helado favorito a casa.
* No te termines el helado porque sabes que ella querrá terminarlo.
* Siéntate a ver con ella su película favorita, aunque la hayas visto quinientas veces antes.
* No comas spaghetti delante de ella cuando sabes que está a dieta.
* Come con sus antipáticos parientes siendo amable y sin poner mala cara.
* Cámbiate a su marca favorita de shampoo, jabón o pasta dental.
* Pon su estación favorita de radio en el auto antes que ella suba (o regrésala cuando salgas del auto).
* Preocúpate que su computadora esté siempre ágil sin que te lo pida.
* Sé el “amigo elegido” para conducir en una noche en la que el resto tomará alcohol.
* Saca a pasear temprano al perro una mañana fría de invierno cuando sabes que ella necesita 30 minutos más de sueño.
* Tiende la cama mientras ella esté en la ducha.
* Deja que se exprese mal de sus amigos, familia o trabajo hasta que se harte sin mirar hacia un lado o escaparte.
* Ve a la casa de sus padres para fiestas sin quejarte.
* Ponte inyecciones antialérgicas para que ella y sus dos gatos puedan mudarse contigo.
* Sal un domingo lluvioso en la mañana y cómprale un café y un enrollado de canela.
* Dile que está linda aunque ella sepa que se ve como presidiaria.
* Pregúntale “¿has bajado de peso?” y sé sincero.
* Escucha sus problemas sin tratar siempre de arreglarlos.
* Tráele un regalo cuando regreses de viaje.
* Toma una ducha más fría o más caliente de lo que a ti te gusta porque ella está contigo y esa es la temperatura que a ella le gusta.
* Grábale un CD con la música que le gusta.
* Piensa que esas pequeñas “imperfecciones” -ese mechón raro, ese lunar o esos pies muy chicos- son bonitos más que feos.
* Muestra interés en su trabajo y sus pasatiempos, aún cuando no los entiendas o no te gusten.
Fuente: hombresconestilo.com
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